Creo que ya es la vigésima vez en muy poco tiempo, que vamos con mi familia a comer a un restaurante de la zona de Puerto Madero en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Para quienes no conocen la ciudad, les cuento que esta zona solía ser algo así como el basural de la ciudad y desde hace unos años se convirtió en una de las partes más exlusivas de Buenos Aires. Cientos de oficinas de importantes empresas, hoteles cinco estrellas y más de 40 restaurantes, muchos de ellos con menues excelentes, tal como el que les vengo a comentar.
Resulta, que todas las veces anteriores, nos piden que completemos un cupón en donde nos piden todos los datos y en donde se nos consulta por diferentes aspecto relacionados con la calidad del lugar.
También nos preguntan si queremos ser contactados, a lo que respondo que si, si conocemos otros restaurantes del grupo, a lo que respondo que si, etc. Tal vez por que no puedo dejar de investigar, completo la información con todo el detalle, el tema es que ellos no saben por que lo hago.
De verdad somos buenos clientes de este grupo, pero ellos, preguntan por preguntar... como algunos chicos que abren la heladera aun sin tener hambre o sed.
No solo que la información es utilizada para un sorteo del que nunca conocí a un ganador, sino que no me reconocen ni como cliente y mucho menos como un no tan mal cliente.
Hoy estuvimos más de media hora sin atención, porque a nuestra mesa no le había sido asignado un mozo, entonces no eramos responsabilidad de nadie. Todos los mozos a los que llamábamos nos decían que nuestra mesa no les correspondía, hasta que uno de ellos, Nelson, no solo se apiadó de nosotros, sino que inclusive trató de disimular y minimizar con su perfecta atención el error del gerente del local.
¿Cuál es la diferencia entre Nelson y el resto de los mozos???? Nelson entiende perfectamete, que gente como mi familia y yo, somos los que pagamos su sueldo.
No preguntemos a los clientes cientos de cosas, si seguiremos siendo indiferentes !!!!
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