sábado, 12 de abril de 2014

Gamification no es Badgification

Por Lucas Brunetta  lbrunetta@nexting.com

Si bien es cierto que estos últimos pocos años la ola de la Gamification ha crecido y cada vez más empresas y profesionales se aluden conocimientos e incluyo ofrecen servicios sobre la materia, una muy pequeña parte de ellos está hablando realmente de Gamification, en cambio hablan de lo que podríamos llamar “Badgification”.

¿Qué vendría a ser Badgification? Básicamente es el arte de hacer aburrida, monótona y sin sentido real la Gamification. Es etiquetar a las personas y acciones sin otorgar recompensas de verdad. Dar medallas, puntos y posicionar a las personas en un ranking que no lleva a ningún lado. “Juan es el mejor vendedor de nuestra empresa porque tiene más medallas y puntos que los demás” ¿No sabía ya la empresa que Juan era su mejor vendedor? Por supuesto que sí. Y lo mismo sucede con los clientes de las marcas. Los ranking pueden mostrar claramente quién es el consumidor más fiel, pero aparecerá una pregunta inevitable en su cabeza “¿Y ahora…?” Imagínense lo que se preguntarían entonces los que están en el puesto 100 o 1000, no tienen realmente una motivación por ser los primeros y el primero pierde la motivación por mantenerse en la cúpula. El aspecto social que aparece en este caso, no es suficiente, no hay nada real que ostentar ni con uno mismo, salvo en el caso de una o dos marcas en el mundo, si las hay.

¿Pero cuál es la diferencia? ¿Hay otros tipos de errores o formas de hablar incorrectamente de Gamification? Para ello primero habría que hacer un breve recordatorio de lo que Gamification es. Por definición, aplicar mecánicas de juegos en ambientes no lúdicos o relacionados con el entretenimiento.  Lo que definitivamente no entra en esta definición es la colocación de juegos de verdad a las web, páginas de Facebook, aplicaciones, etc. Esto se sigue llamando simplemente “juego”. La Badgification si entra en la definición de Gamification, pero no en la esencia de su uso. Gamification se trata de usar estas técnicas para motivar, hacer aparecer aquello que los gamers definen como “vicio” y no simplemente etiquetar.
Dicha motivación o vicio está dada por la incremental sensación de poder, el factor incertidumbre, los retos, y en algunos casos la “sed de sangre” (el vencer a otros). Las recompensas que se otorgan a través de la Gamification deben ser reales, no solo medallas, sino hacer que esa medalla signifique que la persona tiene acceso a algo que otros no. Al mostrar la persona interés por la marca o al menos el sector, la Gamification hace que la interacción sea más rápida y frecuente, para que llegue más rápido esa sensación de poder y develar más veces aquello incierto. Por supuesto que es imposible que alguien que detesta las gaseosas se vuelva adicto a Pepsi o Coca-Cola porque realizan programas de Gamification excelentes, por ejemplo. No es la solución a todos los problemas de la empresa, sino más bien una herramienta increíblemente poderosa de lealtad y obtención de nuevos clientes que compran marcas competidoras. Los beneficios que otorga supera las barreras de lo matemático y lógico, como un clásico 10% de descuento, va mucho más allá de ello, incide directamente en el sistema nervioso, pero solo utilizado de forma correcta.
Afortunadamente, el uso de la Gamification no solo es aplicable a los negocios. El rubro más evidente y en el que menos se aplica es quizá la educación, aunque es cierto que habría que ver qué tipos de recompensas se otorgan a diferentes edades, siendo más significativas las sociales a edades más tempranas, pero sin olvidarnos las reales. También se ha comenzado a experimentar en la sociedad en general, beneficiando a los que contribuyen con ayudas monetarias.



No todos los sectores necesitan el mismo tipo de programa y para algunos de ellos la Badgification sí podría ser útil quizá. Pero definitivamente cuando hablamos de fidelización, no hay que mentirles a nuestros clientes o vendedores con vanos títulos y puntos, hay que recompensarlos de verdad si así lo merecen.

No hay comentarios: